En lo profundo de las montañas de la Sierra Juárez, en el estado de Oaxaca, se extiende una tierra fértil y generosa, conocida por su vegetación exuberante y su clima perfecto para el cultivo del café. Fue en este majestuoso paisaje donde nació el café «Mis Raíces», una marca que con el tiempo se convertiría en un emblema de calidad y tradición.

La historia comenzó en 1948, cuando Don Andrés, un joven campesino indígena de la etnia zapoteca, decidió continuar con el legado de su familia. Inspirado por las enseñanzas de sus abuelos sobre el cuidado de la tierra y la importancia de los cultivos nativos, Doña Valeria adquirió un pequeño terreno en la comunidad de Ixtlán de Juárez, conocida por su biodiversidad y su rica tradición agrícola.